Combustibles solidos

Un Combustible fósil es aquella que procede de la biomasa producida hace millones de años que pasó por grandes procesos de transformación hasta la formación de sustancias de gran contenido energético como el carbón, el petróleo, o el gas natural, etc. No es un tipo de energía renovable, por lo que no se considera como energía de la biomasa, sino que se incluye entre las energías fósiles.
La mayor parte de la energía empleada actualmente en el mundo proviene de los combustibles fósiles. Se utilizan en el transporte, para generar electricidad, para calentar ambientes, para cocinar, etc.
Primeramente se formaron a partir de restos de animales y de plantas que fueron sometidos a condiciones de presión muy elevadas por la reducción total de los compuestos orgánicos hasta su estado mineral, o bien, por su reducción parcial a hidrocarburos. Se consideran como recursos no renovables ya que su formación requiere de mucho tiempo y ocurre de una forma natural. Entre los principales combustibles fósiles están el carbon, petróleo y el gas natural.
Los combustibles fósiles como todo traen sus consecuencias, algunas de ellas son que afecta a la vegetación, que en realidad es poco considerable ya que se requiere mucho espacio para abrir un pozo petrolero, por lo que se daña el subsuelo y por consiguiente la vegetación. Las medidas para combatir este impacto son fundamentalmente restituidas y consisten y requieren la reforestación. Cualquier proceso de minado o extracción del subsuelo en forma comercial deteriora el medio ambiente y puede provocar la perdida total de recursos no minerales. También daña al medio acuático, mediante las descargas por lo que los residuos de estas minas también contaminan mucho al medio ambiente.